"Saturday Night Live" (SNL), el célebre programa de humor estadounidense, volvió este fin de semana a la parrilla tras dos semanas de paréntesis por la pandemia de coronavirus con un colaborador inesperado, el actor Brad Pitt, en una parodia a Donald Trump y sus polémicas sobre la COVID-19.
En la semana en la que el presidente estadounidense insinuó que la enfermedad podría tratarse inyectando desinfectante, el oscarizado intérprete de "Once Upon a Time in Hollywood" se puso en la piel del doctor Anthony Fauci, el médico especializado en inmunología que ha estado al frente de la crisis del coronavirus en EE.UU.
Así caracterizado, aprovechó su "skech" para poner en entredicho algunas de las últimas declaraciones de Trump en su gestión de la pandemia, como que, "como un milagro, la enfermedad desaparecerá" ("Un milagro no debería ser su plan A", replicó Pitt) o que habría una vacuna "relativamente pronto".
Leer también: Los niños vuelven a las calles españolas con entusiasmo tras 43 días en casa
Reflexiones controvertidas
"Esa es una frase muy interesante. ¿Se refiere a relativamente pronto en el contexto de la historia entera de La Tierra? En ese caso, sí, la vacuna llegará rápido, pero si a un amigo con el que has quedado le prometieras aparecer 'relativamente pronto' y no te presentaras hasta un año y medio después, tu amigo lo que estaría es relativamente hasta los huevos", bromeó el actor.
Ante una de las reflexiones más controvertidas de Trump, la de una inyección de desinfectante para "eliminar" el virus, Pitt caracterizado como Fauci se limitó a ofrecer una mirada atónita y a palparse la cara ante otra de las ideas del mandatario, que el virus podría erradicarse exponiéndolo a "haces de luz".
"Al verdadero Dr. Fauci, gracias por su paciencia y su claridad en estos desconcertantes tiempos", concluyó el actor su actuación, antes de agradecer también al resto de trabajadores sanitarios su trabajo en estos días.
Hasta ahora, EE.UU. es el país del mundo más afectado por la pandemia del COVID-19 con 939.249 casos confirmados y 53.934 fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins.